
Éste es el último cuadro sobre el que estoy trabajando. Me está costando mucha dedicación y empeño en su acabado.
Segunda obra que realicé utilizando acuarela bastantes años después de la primera.
Cuadro realizado en el pasado mes de septiembre del presente año 2009.
Éste cuadro me llevó algo más de un año de trabajo. Por algún extraño motivo, las manzanas se me resistían. Pero conseguí acabarlo, aunque no sin empacho de esta tan digestiva fruta.
Paisaje que por sus vivos colores y la combinación de verdes, ocres y azules, le da una gran luminosidad a la imagen.
De nuevo en este lienzo, el color y la luz están muy presentes aunque la ambientación nos recuerde tiempos pasados.
Después de abandonar la escuela durante algún tiempo por motivos laborales, volví a ella y pinte este cuadro. En un principio pensé que el contacto con las tinturas y los pinceles se me haría difícil, pero no fue así. Quizá las ganas de volver a tener una paleta en las manos y mezclar colores sobre la tela, podía más que el miedo a enfrentarme de nuevo a la pintura. Pero como reza el dicho: "es como montar en bicicleta y hay cosas que nunca se olvidan" quizá porque viven dentro de uno, porque están dentro de nosotros y ahí quedan.
Sobre un cajetín para tapar las llaves de la luz, me decidí a pintar este tipo de paisaje que a algunos les puede llevar a pensar en el paraíso. Por eso, incidiendo en esta idea, he querido hacer hincapié sobre ella y una vez más, he optado por utilizar colores vivos, brillantes y que contrastan mucho entre sí realzándose unos a otros. La luminosidad en este cuadro está también reflejada en los tímidos rayos de sol que se reflejan sobre las azuladas aguas.